Rubén Darío García León Santa Cruz de Tenerife, 10 feb (EFE).- Alejandro Lomoschitz, profesor titular de Ingeniería del Terreno en la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, ha manifestado a la Agencia Efe que hay pocas soluciones para arreglar los problemas que presentan las carreteras viejas de las islas, debido sobre todo a la falta de espacio.
Alejandro Lomoschitz será uno de los ponentes de las III Jornadas Canarias de Geotecnia, cuya temática central es la "estabilidad de taludes", y en las que impartirá una ponencia sobre la "Terminología y clasificación de los movimientos de taludes y laderas inestables".
Las jornadas se celebrarán el 17 de febrero en la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria y el 18 en la de La Laguna Durante la entrevista, Alejandro Lomoschitz explicó que las carreteras de nuevo trazado y que están en ejecución tienen proyectos bastante completos que incluyen tanto excavaciones de algunos taludes, como elementos de contención y elementos de retención, desde las mallas de guiado, tan frecuentes en las carreteras canarias, hasta mallas reforzadas con cables y anclajes.
Estos grandes proyectos, en general, tienen en consideración arcenes, cunetas de drenaje en los laterales y suelen estar bien planteados, señaló Alejandro Lomoschitz, quien explicó que cuando hay posibilidad de que se produzcan grandes desprendimientos se pueden adoptar soluciones como falsos túneles, pantallas dinámicas, que son flexibles y sirven de contención.
Se trata en esos casos de procedimientos caros pero en los proyectos nuevos se acometen.
Los problemas surgen en las carreteras que se hicieron en torno a los años 70 del siglo pasado, muchas de ellas de la red secundaria y que los cabildos han heredado con trazados muy difíciles y pegados a la montaña, de forma que no hay arcenes o no son lo suficientemente amplios, comentó.
Alejandro Lomoschitz dijo que estas carreteras también tienen carencias para drenar el agua y poco espacio para retener desprendimientos y deslizamientos.
Se trata de carreteras que se arreglan en la medida de lo posible con proyectos de mejora y acondicionamiento y en las que hay poco espacio para rectificar el trazado y para llevar a cabo soluciones de acuerdo a la normativa actual.
Alejandro Lomoschitz indicó que en la actualidad en las grandes infraestructuras de carreteras que se hacen en Canarias se tienen en cuenta posibles deslizamientos y desprendimientos, algo que no se hacía cuando se construyeron las carreteras heredadas por los cabildos.
A veces las rectificaciones del trazado no es posible hacerlas de manera completa en estas carreteras y ello se debe sobre todo a la "endiablada" orografía de algunas zonas de La Gomera, La Palma, Gran Canaria y Tenerife, comentó Alejandro Lomoschitz.
Otro grupo de problemas se producen en las carreteras con grandes taludes y que se han construido cerca de zonas residenciales, como ocurre en muchos lugares del sur y suroeste de Gran Canaria.
Se excavaron las laderas, dejando taludes muy pendientes que en la actualidad tienen difícil arreglo y que con las lluvias provocan sobre todo desprendimientos y corrientes de derrubios.
En esas zonas, manifestó Alejandro Lomoschitz, hay soluciones, pero son muy caras y si afecta a comunidades pequeñas de apartamentos es difícil que se hagan los tratamientos necesarios.
Recordó que en estas construcciones no se tuvo la previsión de sanear el terreno o construir más lejos de las montañas. EFE